

18/08/2020
Colombia empezó a transitar un camino de recuperación económica, luego del fuerte choque del segundo trimestre.
Este proceso será lento y gradual y estará determinado por la apertura sectorial aprobada por los gobiernos nacional y locales. Se espera una caída del PIB de 7,5% este año y una recuperación de 5,5% en 2021. En 2020, tanto el consumo privado como la inversión fija tendrán fuertes contracciones. La inversión caerá por los excesos de capacidad ociosa con los que queda la economía y el consumo por las medidas de confinamiento y el aumento del desempleo. En 2021, la recuperación estará liderada por el sector de la construcción de obras civiles y el mejor desempeño de la vivienda de interés social.
En los dos años, el papel del sector público será importante. Sus esfuerzos para salvaguardar los avances en el bienestar social y consolidarlos a futuro serán claves. La inflación se mantendrá por debajo del punto medio de la meta del Banco de la República tanto en 2020 como en 2021. La actividad económica debió tocar fondo en abril. La industria no esencial, la Construcción y los servicios privados fueron los sectores más afectados. El sector primario mantuvo una demanda robusta (alimentos). El secundario, sufrió el cierre de industrias no esenciales y la construcción. El terciario fue heterogéneo: caídas en servicios privados y aumento del gasto público. En abril, el empleo llegó a los niveles de 2003 en línea con la baja confianza del consumidor. En mayo y junio, el temor a perder el empleo fue menor y la tasa de desempleo se ubicó en niveles elevados, similares a los de los años 90.
Desde mediados de abril, la economía ha transitado por un gradual proceso de recuperación que ha estado unido a la flexibilización del confinamiento. La recuperación no ha sido uniforme en todos los tipos de gasto, mostrando una recuperación más fuerte en la compra de bienes respecto a servicios. La importancia regional determinará el impacto de las medidas localizadas en cada ciudad sobre la actividad nacional. El consumo se mantiene débil a mediano plazo por el choque de ingresos de los hogares.
El gasto público ganará relevancia en la economía, tanto en consumo como en inversión en infraestructura. Por lo tanto, en el crecimiento de 2020, será muy importante el impulso desde el sector público. A mediano plazo, el PIB se mantiene con un gradual proceso de recuperación. Si bien, el nivel de finales de 2019 solo lo recuperará en 2022. Gobierno, servicios públicos y actividades inmobiliarias serán sectores impulsores del crecimiento en 2021. Con esto, la tasa de desempleo permanecerá en niveles altos durante algún tiempo, ubicándose en 2020 en un promedio de 20%. La inflación sorprendió a la baja en la primera mitad del año, en gran medida por factores de política pública; y las medidas regulatorias que terminan en el tercer trimestre del año impulsarán la inflación al alza para cerrar el 2020 en 1,9% y 2021 en 2,8%.
Gobierno fijó hoja de ruta para las finanzas públicas y una estrategia de ajuste basada en exigentes compromisos fiscales:
Metas de déficit en 2020 y 2021. El Gobierno se autoimpuso un déficit máximo (8,2% del PIB en 2020 y 5,1% en 2021) durante la suspensión transitoria de la regla fiscal.
Retoma de la regla fiscal desde 2022. A partir de 2022 se retoma la regla fiscal y se llega al déficit pre Covid-19, de 2,5% del PIB El Gobierno será monitoreado por el Comité Consultivo de la Regla Fiscal.
Reforma tributaria y ajuste de Inversión. Necesidad de ingresos permanentes adicionales por 2 puntos del PIB, desde 2022 y de ingresos por factura electrónica por 1,4% del PIB desde 2023. Senda de reducción del gasto, especialmente de inversión.
La recuperación se puede construir a partir de varias acciones;
1. Infraestructura Social y de Transporte,
2. Vivienda,
3. Desarrollo Agroindustrial,
4. Sostenibilidad Social y Ambiental,
5. Fortalecimiento Empresarial,
6. Formalidad.