

28/12/2023
A lo largo de 2023, como en buena parte de 2022, el rumbo de la política monetaria marcó el ritmo de la economía global:
Fue determinante para el comportamiento de los mercados financieros y la valoración de los activos, modificó el desempeño de la actividad económica, definió las decisiones de ahorro-inversión de los hogares y las empresas y la composición de sus balances financieros y logró que se consolidara una tendencia de reducción en la inflación. Esta última consecuencia es el objetivo principal de las decisiones de los bancos centrales y llevó a un cambio en la postura monetaria más recientemente. El incremento de las tasas de interés en el mundo fue un cambio relevante de largo plazo, pues las tasas estuvieron en niveles históricamente bajas, principalmente en Europa, desde hace más de una década. Al día de hoy, la pausa de la política monetaria que estamos transitando ubica los tipos de interés en 5,50% para la FED y 4,50% para el Banco Central Europeo frente a un promedio de casi cero durante muchos años antes. Después de este período, los mercados ya se están preparando para el próximo movimiento de las tasas de interés, que será a la baja, lo cual dependerá de la evolución esperada y efectiva de las dos variables clave: crecimiento e inflación. La economía mundial seguirá desacelerándose debido a que las condiciones monetarias seguirán restrictivas, las políticas fiscales se harán menos expansivas, los mercados laborales se moderarán y el exceso de ahorro se reducirá. En China, los datos recientes sugieren un menor riesgo de un aterrizaje brusco, pero el crecimiento disminuirá en los dos años siguientes ya que los retos estructurales persistirán (tensiones en los mercados inmobiliarios, tensiones de los balances financieros, deuda de los gobiernos regionales, trampa del ingreso medio, envejecimiento y tensiones geopolíticas).
En 2023, el crecimiento económico de Colombia se ubicará en el 1,2%. A lo largo del año, la desaceleración de la actividad se consolidó y se profundizó, explicada por la fuerte moderación de la demanda interna. El consumo privado como la inversión fija redujeron su dinamismo, aunque en esta última fue más evidente porque pasó a números negativos de dos dígitos al tercer trimestre de este año. El consumo privado crecerá un 1,0% en 2023. En la nueva etapa del ciclo económico, que se espera sea de recuperación y posterior expansión moderada, serán importantes los recursos a disposición de los hogares, lo que determinará una diferencia crucial respecto al ciclo de desaceleración, el cual se caracterizó por unos niveles bajos (e incluso, negativos) del ahorro familiar. Esto último se transformó, junto con la menor demanda de crédito, en unas fuertes caídas de las compras de bienes durables, semi-durables y vivienda. La moderación económica podría mantenerse en los primeros meses de 2024, porque la desaceleración del empleo se unirá a los mayores costos financieros y a la moderación general de la actividad que Colombia viene teniendo. El crecimiento de 2024 se dará a dos velocidades: una dinámica todavía lenta en la primera mitad del año, enmarcada en los rezagos de desaceleración que aún quedan en variables como empleo o gasto en servicios, y una recuperación mucho más marcada en la segunda mitad del año, cuando el consumo de los bienes se consolidará lentamente, los sectores económicos reaccionarán con una mejor inversión y las actividades productivas asociadas a la producción, la comercialización y el transporte de los bienes mejorarán. No obstante, los servicios privados mantendrán su proceso de moderación hasta el final del año 2024 y dejarán en suspenso su repunte hasta 2025.
La economía colombiana crecerá 1,5% en 2024 y 2,3% en 2025. El consumo privado, en los mismos dos años, lo hará a unas tasas de 2,2% y 3,0%, respectivamente, y la inversión fija pasará de números rojos (-2,0% en 2024) a cifras positivas (6,2% en 2025). Se espera que la inflación termine este año en 9,7% anual, en 2024 en 5,4% y en 2025 en 3,8%, a diferencia de 2023, cuando fue la desaceleración del precio de los alimentos los que permitieron la reducción de la inflación, en 2024 y 2025 será la inflación básica la que tenga una contribución negativa más importante en el índice total de los precios al consumidor.